La noche fue larga después de la primera etapa, suerte de los compañeros de Haima, los amigos Edu y Rubén que hacen olvidar los dolores de las caídas y la fatiga de los primeros 115 km de esta Titan Desert 2015.

Rubén parece que también paga las consecuencias de no alimentarse bien y desfallece en la última subida, no obstante solo fue un espejismo pues menuda carrera se marcó el Dandy de Rubén igual que Edu que cada año mejora el tío.

Así pues la segunda etapa parecía que iba a ser un constante descenso pues partíamos de los 2000 m de altitud y bajaríamos en 112 km a los 1000 m pero nada más lejos de la realidad. Ritmo vertiginoso desde el inicio y aunque ya con la mentalidad de no volver a cometer errores como el primer día, el cansancio al final de la jornada no parecía el correspondiente a una etapa donde el perfil indicaba que era todo bajada.

© 2023 Juan Carlos Avalos