Segundo día,

Primero de todo prometo arreglar faltas de ortografía, comas, acentos y demás al llegar a casa pero este año se edita todo el blog desde el teléfono sin la ayuda del portátil. Ahí va la crónica del segundo día.

Creo que desde el año 2010 que empecé con Ivan algo más enserio en esto de salir en bicicleta, antes gracias a Miguel Ángel que me adentró en esta locura de los pedales, he hecho bastantes km, he pasado por sitios espectaculares, la Titan Desert me enseñó las dunas y los cañones, pero… habrá sido hoy la salida en bicicleta más espectacular que he hecho? Creo que si y espero que vengan mejores pero lo de hoy ha sido realmente digno de repetir.

Salíamos a las 9 desayunados De Castro Urdiales, justo al abandonar el hotel, una chica se presentaba en nombre de Correos en busca de nuestros 3 equipajes, todo marchaba. El sol brillaba por su ausencia pero por lo menos no caía agua, negro /gris estaba el cielo. 80 km por delante.

Los primeros km bordeando la playa De Castro Urdiales hasta que rápidamente unos senderos nos han llevado a una valla que presagiaba que entrábamos en algo mágico, efectivamente un single track hasta el primer acantilado junto a los prados de la zona donde las cabras pastan a sus anchas.

Posteriormente un par de tachuelas nos estaban esperando. La primera nos ha permitido descender hasta una cala magnificada por la bajada de marea que por la mañana hay. Bordear toda la cala a nivel de mar hasta la segunda tachuela. 2 km al 8% que sin darnos cuenta nos hacen bajar a Laredo en el km 25 de etapa. En Laredo el camino original manda ir a un embarcadero que nos ha acercado los 500m de agua que separan hasta Santoña.

Desde Santoña, constante sube/baja por aldeas típicas de cantábrica, el chirimiri ha hecho acto de presencia sin llegar a poder considerarse lluvia pero en el barco hemos aprovechado para ser precavidos y ataviarnos con ropa impermeable, lo que vienen siendo los chubasqueros (la experiencia de Santo Domingo de la Calzada del año pasado ha servido, estamos encantados con las equitaciones de este año).

No se muy bien cómo pero sin darnos cuenta, si ayer vimos algún acantilado desde Bilbao, si saliendo De Castro Urdiales hemos parado en alguno, lo que nos hemos encontrado en el km 60 ha sido impresionante, un sendero paralelo a la costa con 100m de desnivel a 2 m de distancia. Precioso.

El terreno no permitía muchas alegrias y los neumáticos estaban saturados de barro, con tacto hemos bajado hasta Samo y tras bordear la playa llegamos al Segundo embarcadero, en este caso han sido 30 min y un trayecto más largo hasta llegar a Santander, nada más bajar del barco, lo primero que nos hemos dado cuenta es del estado de las bicicletas.  Un paseo por medio de Santander antes de llegar al hotel en busca de una gasolinera donde limpiarlas nos lleva por un túnel con carril bici que ha venido de maravilla para volver a entrar en calor que habíamos perdido en el barco. Desafortunadamente el Sr Google y sus actualizaciones nos ha engañado, 3 km en balde hasta un punto donde no había semejante gasolinera.

Decidimos ir directos al Hotel Las Carolinas donde quedamos gratamente sorprendidos de los servicios que tienen, incluso nos dejan manguera y sitio para adecentar nuestra bicicleta.

Abril, un día te prometo que vas a venir aquí conmigo para hacer la que posiblemente sea la mejor salida jamás hecha por mi parte.

Mañana mas y mejor si nos dejan.

Un abrazo a todos y gracias por leer jajajaja

 

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