Tercer día de aventura, hemos salido de Molinaseca donde ayer pasaron cosas curiosas.
El Restaurante Donde Maria que tan buen recuerdo teníamos había quedado en un triste bar de copas y hablando con el chico (Juanjo) nos confirmaba que su madre ya estaba jubilada por ello no había cocina. No obstante paseando por la tarde paramos a hacer una cerveza y muy amablemente nos puso unos pinchos, pero la sorpresa fue cuando pasada media hora vino con un plato de Pulpo que a saber de donde lo sacó o al gato que mató, pero nos dejó flipando.
Acabamos la noche en el restaurante As Meigas donde a medio día habíamos comido y estuvimos cenando mientras los rayos y la lluvia caía encima de la carpa.
A las 23h nos fuimos al Hotel y ahí nos esperaba Gabriel de brazos cruzados, no veas como baja y sube las bicicletas. Se trata de un director deportivo de la Moraleja que covid lo ha puesto en camino y actualmente es el Mati el Cabrón del siglo XXI, lastima que le falta mucho conocimiento y algo de chispa para parecerse a Matías.
Buenas risas nos pegamos con él cuando nos explicaba todos los pinchazos que ha tenido hasta encontrar el oficio de posadero, el parecido con Luis Zahera era curuiso.
Hoy por la mañana nos hemos vestido de largo, por suerte vemos que podemos salir secos, tenemos 85 km de etapa con el Cebreiro en medio a los 50 km.
Los 50km primeros los hemos hecho sin asistencia por miedo a lo que iba a venir y con la duda de la decisión a tomar al llegar al cruce de Las Herrerias que permite elegir camino de andantes o variante ciclable por asfalto. El ritmo ha sido bastante alto.
Al llegar a la bifurcación, nos hemos venido arriba y dado que las nubes no hacían acto de presencia nos quitamos chubasqueros y optamos por camino rústico.
Que manera de disfrutar subiendo, hemos volado hasta el Cebreiro como nunca lo había hecho. Peeeeeero, el abusar ha hecho que la batería diga basta. Diego que ha sido más conservador no ha sido tan drástico pero en mi caso ha muerto antes de llegar al Alto de Sant Roque y al Maldito Poio.
Arrastrando los kg de más hemos alcanzado el desnivel total y acompañados de chuzos de punta y viento en contra hemos descendido a Triacastela donde estamos escribiendo la crónica a la espera de las maletas que al ser 4 etapas de peregrinos no han podido garantizar la llegada antes de las 14h.
Comments are closed