Iniciamos la aventura hoy desde Oviedo después de reposar las delicatesen del Tierra Astur en Colloto. 

En el restaurante nos avisa el taxista al día siguiente no estará en el apartamento a una hora prudente para recoger las maletas, ante tal aviso, nos da la opción de dejar en consigna en una cafetería a 800 m. Así que esta mañana nos ha tocado levantarnos y vestidos para la fiesta hemos tenido que ir a la cafetería con las maletas, hemos aprovechado para desayunar y a las 9.40 AM hemos arrancado.

Nos separan 70 km hasta Tineo, está Orbayando como dicen aquí a el chispeo calabobo pero no nos podemos quejar pues las predicciones eran peores.

Callejeamos por Oviedo y a los 4 km ya comienza el mambo como dice Marco, comenzamos a ascender por senderos frondosos a estos asfaltados y a ratos de tierra.

Esos senderos pasan a ser trampas jabonosas por la humedad y musgo de sus piedras que hacen que tengamos que ir con precaución y poner pie a tierra más de una vez.

Ya conocemos el primitivo y es cierto que en esta época el terreno está mojado y parecen pistas de patinaje.

La fiesta se va acabando y las bromas también, al llegar a Grado, Adri quiere hacer una pausa para ingerir lo que se tercie, como ya hemos hablado, en el camino cada uno propone y se hace pero en ese momento, algo me dice que no es idóneo para mi hacer esa pausa, ligero dolor de cabeza, distancia restante y querer aprovechar que no llueve me hace decidir que sigo tirando pues se avecina pollo del guapo: La ascensión al Acebu… madre mía que rampas de más del 25% recordaba del 2018 pero no tan salvaje.

Nos reagrupamos en la cima del Acebu y nos tiramos tras abrigarnos dirección a Salas donde tras llamear 15 km empezará el calvario.

En el 2018 hicimos la misma etapa con el Bull y Roman, ya nos dejó marcada su dureza, en aquella ocasión llovía mucho más y hacía más viento. Estas adversidades hicieron que llegando a Salas, justo donde inicia el ascenso a la Espina la lluvia provocó que nos separáramos en una rotonda. Indudablemente el camionero acertó yendo por una comarcal que le llevó a Tineo como un rey.

Roman y yo siguiendo las indicaciones de la Espina 21 km nos metimos en una nacional que va por unos viaductos, el frío, el agua y el viento en contra nos pusieron en nuestro sitio.

Tenía claro que este año quería aprender del error y al llegar a Salas íbamos como locos buscando esa comarcal by Bull.

Adri y Miguel Ángel son partidarios de seguir fielmente el track original siempre que sea posible pero la realidad es que este Camino primitivo tiene zonas que son peligrosamente ciclables y hay veces que es preferible o al menos no menospreciar el asfalto. 

Así las cosas hemos llegado a Salas y los cuatro hemos decidido seguir el track del peregrino sabiendo que íbamos a subir la Espina, llevamos un poco más de mitad de etapa pero nos falta también la mitad de desnivel acumulado que para este día son 1800 m, así que sabiendo que la comarcal la tenemos a unos km y va paralela al sendero o track iniciamos ascenso.

Ma ha matado el dichoso ascenso, las fuerzas justas hacen que las grandes piedras sueltas  colocadas en rampas de más del 12% no sientan bien y se convierte en trampas quema fuerzas que comienzan a brillar por ausencia.

Solo pienso en llegar al cruce de la comarcal y tomar decisión. Para postre los últimos 150 m se convierten en calvario que hemos de poner pie a tierra pues es imposible por todos los impedimentos antes destacados.

Al llegar al asfalto quedan todavía 15 km para Tineo, terminar de ascender la Espina y acabar el rompe piernas del final de la llegada a Tineo.

Miguel Ángel pregunta cuanto queda pues ve peligrar su batería, Adrià prefiere seguir el track tras haber enchufado su segunda batería y poder así seguir rodando por el track original.

El Bull y yo arrancamos por la comarcal y al coronar la Espina paramos un momento a abrigarnos y llega Miguel Ángel que avisa que su batería está agotándose.

Arrancamos y aparecen las rampas en mis piernas, sendos latigazos en las dos patas hacen que no pueda seguir la rueda al Bull. 

Miguel Ángel viene mimando su batería pero cada metro que pasa vemos que asume que es un tema de supervivencia y ha de asumir que le toca coronarse en el Primitivo. Lo perdemos de vista pero lo cierto es que poco le podemos ayudar.

El Bull se queda conmigo y me va dando rueda hasta que por fin llegamos a Tineo.

En fin, duro duro, ya lo sabíamos pero estaremos ante The Last Dance? 

Como dice el Bull, esto no es culpa del covid que no nos ha dejado entrenar, esto es que es muy heavy.

Ya en el Hotel Palacio de Meras, disfrutamos del alojamiento y podemos limpiar las bicicletas como reinas preparando lo que viene mañana. 

Iremos a Berducedo, menos km pero intentaremos ir por la variante de Hospitales que la tildan de No muy ciclable a pesar de su espectacularidad.

Veremos como acabamos la noche y como amanece mañana.

Categories:

Tags:

Comments are closed

© 2023 Juan Carlos Avalos