Tercera etapa entre Santander y San Vicente.
Algo menos de 80 km lo que marca el track y el cielo parece que quiere dar tregua desde la mañana, amanece gris pero sin descargar a pesar de que ayer los animalicos del tiempo barruntaban tormentas.
Salimos sin chubasquero desde el Hotel Las Carolinas después de haber desayunado, el reloj marca las 9 pasadas y justo cuando procedemos a sacar las bicicletas nos encontramos a la furgoneta de Correos. Realmente un acierto haber contratado este servicio. Bromeamos con la chica y la retamos a ver quien llega antes si nosotros o las maletas. Y por poco no ganamos la apuesta.
A diferencia de la etapa de ayer, la de hoy sin desmerecer no ha sido tan espectacular. Ya habíamos leído que tenía 2 partes divididas por Santillana del Mar donde a partir de la empedrada villa todo cambia paisajisticamente hablando.
Dejamos Santander por pistas que tampoco tienen mucho que recordar y llegamos a Boo de Piélagos donde habíamos visto que había 2 opciones, cojer un tren que nos cruzara la ría o bordearla toda para pasar por el Puente de Arce. Dado que el día acompañaba y el sol lucia, por unanimidad o por no entender nada el cenutrio del Bull se ha decidido seguir el track. ( A posteriori me dice: … ahhhh era hoy lo del trenecillo… haberlo dicho…)
Seguimos por tanto el track marcado por Arce y su río que según Jose es el único río de España donde hay Salmón.
Los constantes sube / baja se empiezan a notar en las patas pero el paisaje no está defraudando tanto como esperábamos hasta que en un momento se nos aparece delante nuestro 2 tuberías paralelas que parecían no tener fin. Ante la pregunta obligada a un lugareño de qué era lo que pasaba por ahí la respuesta: El rechazo de Solvay.
Sin dejar la compañía de las dos tuberías llegamos a Barreda donde está la sede de Solvay.
Seguimos el track que no para de subir y bajar continuamente por asfalto. Realmente se trata de una variante del camino con más asfalto que el francés, sobre todo esta etapa.
Tal como esperábamos llegamos al km 50 y tras una tachuela de las gordas del día, empieza un descenso rápido que acaba en una pista empedrada. Santillana del Mar.
Dedicimos hacer un piscolabis pasado Santillana y todos los números apuntan a que será en Comillas. El día es espectacular y tras una curva se ve la majestuosa playa de Comillas, los prados, el campo de golf y las villas de alrededor hacen que pasajes anteriores queden en el olvido.
Parada en una terracita al Sol de Comillas y vuelta a los pedales para hacer los últimos 15 km de la etapa.
Siendo las 13.30 llegamos al puente que cruza la ría de San Vicente de la Barquera. A lo lejos pasado un segundo puente se ve nuestro hotel El Faro donde pernoctaremos hoy.
Ducha rápida y siendo las horas que son no podemos dejar de lado nuestra pituitaria y nos lanzamos como animalicos en busca de un arroz de primero y en mi caso una merluza de segundo en contra de los escalopines de Jose. Roman que lleva kriptonita por sangre dice no tener hambre y se nutre a base de cervezas fresquitas prometiendo que a la noche se come un pollo entero.
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