Martes 17 de Mayo y tal como planeamos, hoy salimos de Melide donde hemos descansado en una digna Pensión Orois.

A diferencia de otros días necesitábamos algún detalle a tener en cuenta al tratarse de la ultima etapa. El día amanece lluvioso y tenemos varias incertidumbres, primero los 60 km que separan Melide de Santiago con los sube baja que el camino brinda en Galicia.

A parte de los posibles problemas que pudiéramos tener, mecanicos, meteorológicos, etc, tenemos que llegar a devolver las bicicletas antes de las 13 h, las maletas dudamos que lleguen antes por tanto hemos de llevar encima todos los materiales que nos dejaron en el alquiler de la bicicleta, cámaras, cargadores, candado y lo mas novedoso, dado que suponemos llegar antes que las maletas, queremos ducharnos por lo que hemos de llevar ropa y calzado a bordo y previsión de lluvia del 90%

Comenzamos a buen ritmo desde Melide pero rápido vemos la cantidad de peregrinos que hay y el riesgo de llevarse alguno puesto es grande. Suerte que el 90% se lo toman bien con una simple sonrisa y un Buen Caminouu.

A mitad de etapa pasa lo que imaginábamos, aguacero que nos empapa y nos acompaña los 40 últimos km de nuestra aventura.

Apretamos y a las 12:00 hacemos entrada a la catedral para acto seguido ir a devolver las bicicletas. Trato exquisito de la empresa.

Salimos del local para ir a ducharnos al Hostal Blanco, son las 13 h las maletas no han llegado pero agradecemos 1000 una buena ducha y quitarnos la empapada ropa de ciclista.

No queda otra que esperar las maletas que vamos siguiendo y vemos que estan a 1 h de llegar. Hay hambre y en el local de al lado encontramos un restaurante donde nos deleitan con unas Hamburguesas deliciosas.

Sigue lloviendo, postre y café que las maletas están aquí ya. Tenemos tren de regreso Santiago-Ourense a las 15:40 y 20 min andando con maletas por lo que decidimos cojer ub taxi.

Empieza la aventura de regresar a casa con la combinación de trenes, el primero ya viene con 20 min de retraso, la cosa pinta mal pues hay que llegar a Chamartín y hacer un transbordo para Atocha que si no conoces difícilmente se hace en 40 min.

El retraso del tren no mejora y hay riesgo real de que pierda el Avlo de las 19:30. El riesgo de perderlo unido a que en el Avlo me van a hacer pagar 30€ por exceso de dimensiones de equipaje hace que me decida a coger un Ave 1/2 h después para ir mas tranquilo, ademas llega antes por ser directo.

Llegamos a Chamartin y Diego me conduce al anden del cercanias que lleva a Atocha, gracias a que todo ha sido rodado, en 30 min tenia el transbordo hecho, hubiera llegado ademas al Avlo pues sale con retraso, no asi el AVE de las 20 en el que estoy escribiendo esta crónica.

En fin, otro año mas de disfrute, patrocinado por Irene que me carga pilas para una temporada y en esta ocasión acompañado de Diego. Lo que empezó con una llamada, según él de pardillo por mi parte un 19 de mayo de 2018, pasado mañana hará 4 años, ha acabado en una amistad especial, siempre he pensado que habíamos conectado muy bien y como no podía ser de otra manera ha terminado en un camino donde hemos planeado, pedaleado, reído y disfrutado a tope. Solo puedo decirte Gracias Diego por ser parte de mis amigos y hacer todo tan fácil.

Repetiremos

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