Segunda etapa, 60 km separan Tineo de Berducedo, etapa con 2 variantes que ya conocemos, una descendiendo hasta Pola de Allande para subir por el puerto del Palo y la otra por los Hospitales que hicimos hace 2 años.
Por consenso en la cena de ayer decidimos que este año probaríamos subir el Palo desde Pola y de paso recuperar sensaciones tras la dura etapa de ayer.
Por tanto se preveía una etapa rodadora y escaladora siempre pisando asfalto.
Nada más dejar la población de Tineo, pasados 5 km se nos presenta una variante diferente al track que llevamos marcado y que nos lleva directos a Pola de Allande por una comarcal poco transitada. Más de uno agradece la decisión de tomar esta alternativa a sabiendas de que una vez coronado el Puerto del Palo, queda un rápido descenso hasta Berducedo donde Araceli nos espera y esta vez dadas las características de la etapa, hacemos idea de comer en destino.
Llegamos tras 32 km serpenteando la comarcal hasta Pola de Allande donde aprovechamos para hacer una pausa y unos refrigerios que nos preparen para ascender el mítico puerto de 12 km con sus 700 m de desnivel.
Alfonso y David aprovechan que el Bull y Diego se paran en una Gasolinera para aprovisionarse antes del ascenso. Van por delante desde las primeras rampas.
Miguel Angel se va preparando para disfrutar de ascender el Palo por una variante diferente a la que conoce del 2021 y poco a poco va convenciéndose de que la decisión de no repetir por Hospitales no solo es un acierto para el descanso de quienes ayer acabaron más perjudicados y que el andar arrastrando la bicicleta en rampas pedregosas no les iba a venir nada bien.
Por mi parte, llevo los 32 km con un dolor extraño en tobillos y decido avanzar al pelotón de delante en las primeras rampas. Cuando llego a la altura de David y Alfonso noto que el hecho de poner ritmo más algo parece que me ayuda a no tener tanta molestia por lo que decido continuar en solitario los 10 km que quedan y rezar para que arriba a 1200 m no haga ni frio no viento.
La fortuna está de mi lado y ni viento ni frio me provocan descender antes de tiempo por lo que disfruto de las vistas esperando que vayan llegando.
Son David y Alfonso los primeros en aparecer, se sienten conejos con el lobo que los quiere cazar pues menos de un minuto y medio aparece el Bull dándolo todo.
Seguidamente aparece Diego y Miguel Angel reconociendo el terreno y recordando donde pinchó hace dos años.
Procedemos a reagruparnos, abrigarnos y bajamos vertiginosos los 10 km que nos quedan hasta llegar a casa de Araceli, la mujer orquesta que todo lo hace.
Bicicletas al hórreo, ducha y a comer.
Por la tarde disfrutando de las vistas de Berducedo y de la Casa de Araceli vista desde el aire.
La cena se resume en unos huevos con patatas amenizados con el intento del Bull de apuntarse al próximo Open de Australia.
Mañana destino Fonsagrada tras haber descendido al embalse de Grandas y el ascenso al Acebo. Etapa entretenida se viene.
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